El final de curso siempre es momento de reflexión y crítica, constructiva.
Es decir, vamos a servirnos del análisis de los resultados para proponer mejoras de cara al curso que viene.
Un gran caballo de batalla en la escuela, es el área de las
Matemáticas.
Desde mi experiencia personal como alumna, siempre fue algo divertido y atractivo cuando lo dominaba y entendía. Considero, por ello, que así es para los niños/as.
En los últimos días, me pareció interesante, a pesar de estar este año de especialista bilingüe y de Inglés, en Primaria e Infantil, pensar en mi experiencia como maestra de este área en cursos anteriores.
Os cuento un poco para ponernos en situación...
Hace 2 cursos, año 2012-2013, aprobé mis oposiciones por Lengua Extranjera, pero fui a parar a un centro donde, por necesidades, me ubicó como tutora y maestra de tercero de Primaria.
En ese curso, yo impartía las áreas de Lengua y Matemáticas a dos grupos del mismo nivel.
Al haber aprobado por inglés, completaron mi horario con la Lengua Extranjera de Quinto curso.
Como sabéis (y sino, os lo cuento), mi experiencia hasta ese momento era de Infantil, Primer y Segundo curso, impartiendo la tutoría de 3 años y el área de Inglés y Arts a diferentes niveles en varios colegios concertados y públicos.
Como podéis imaginar, el trabajar con estas edades por primera vez, me imponía respeto.
En cualquier caso, lo tomé como un reto y, gracias a eso, aprendí mucho.
Además, ese mismo año, decidí terminar la adaptación al grado de Educación Primaria. Con lo que, pude combinar mi experiencia en el aula, con una formación académica específica.
A lo largo de estos dos años, no he encontrado el momento de contaros nada de esto, pero es algo que me apetecía y tenía pendiente. De ahí, esta entrada.
Como decía, me voy a centrar en el área de Matemáticas, con sucesivas entradas, ofreciendo, como siempre, mi humilde opinión, experiencia y propuestas didácticas.
Lo primero que hemos de plantearnos a la hora de planificar un área, es el
objetivo.
¿Qué queremos que aprendan nuestros niños?
¿Para qué sirven las Matemáticas?
Tal y como yo lo concibo y me enseñaron en la universidad, durante el grado, las Matemáticas no se limitan ni se deben limitar, al cálculo. Eso es una visión sesgada y errónea.
Las Matemáticas son una herramienta. Un recurso. Un área de aprendizaje que, como todas las demás, debe ayudar al desarrollo integral del alumno.
¿Y qué quiero decir con esto?
Tenemos que buscar una
utilidad para su vida diaria. Darle un
sentido y un significado, para que el alumno/a se implique, se motive y QUIERA APRENDER.
A veces, como todo en la vida, lo que nos cuesta, no nos apetece. Nos da pereza. Nos asusta.
Y eso es, exactamente, lo que les suele pasar a los niños/as con esta asignatura.
Los niños, por su naturaleza, son impulsivos. Y mucho más hoy día, que están más que "entrenados" en la satisfacción inmediata de sus necesidades. Todo es rápido y fácil. Internet, los móviles, las tabletas, los juegos electrónicos... Todo es intuitivo y sencillo.
¡Ese es el mundo del niño! Y desde ahí debemos empezar a construir.
Siempre insisto en la necesidad y la importancia de ponernos a su nivel. Bajarnos de nuestro "pedestal" de adultos, mirar a sus ojos y entender
cómo el niño es y
cómo le podemos ayudar. Acompañarle en su proceso de crecimiento integral.
Las Matemáticas están presentes en la vida diaria. ¡En todas partes!
Eso es lo que tenemos que hacerles ver.
Según la LOMCE, las Matemáticas se definen como:
"un conjunto de ideas y formas de actuar que no se limita a utilizar cantidades y formas geométricas sino, y sobre todo, a hacerse preguntas, obtener modelos e identificar relaciones y estructuras de modo que, al analizar los fenómenos y situaciones que se presentan en la realidad, se pueda obtener información, sacar conclusiones y actuar."
Ejemplos:
- El calendario.
El concepto del tiempo. Los números. Los días de la semana. Anterior y posterior. Todo eso tiene un sentido y un contexto, si se lo damos.
Hay que tener paciencia y tesón. Realizar rutinas y actividades lúdicas y sencillas que acerquen estos contenidos a los niños.
¿Cómo trabajo yo?
Tanto en inglés como en castellano, al llegar a clase
cada día, escribimos la fecha.
A veces hablamos de acontecimientos que están por llegar: una fiesta, una salida, un cumpleaños.
Aprovechamos para contar cuántos días quedan.
Cantamos una canción de los días de la semana.
Y SIEMPRE, preguntamos qué día es hoy, qué día fue ayer y qué día será mañana.
Esta actividad la realizo como
rutina en Inglés y. de paso, aprovecho para repasar los meses del año y hacer algo de conversación básica.
¿En qué mes estamos?
¿Cuándo es tu cumpleaños?
¿En qué estación del año estamos?
¿Qué tiempo hace?
Etc.
Como véis, estamos haciendo Inglés y también Matemáticas. Porque la realidad no es estanca. Todo tiene que ver con todo y se puede aprovechar si sabemos y queremos hacerlo.
Esto es lo que, habitualmente, se trabaja, junto con otras muchísimas cosas, en las asambleas de Infantil. Pero yo soy de la idea que no hay que abandonar esa buena costumbre, que tiene muchos beneficios
- Crea en los niños un sentimiento de pertenencia al grupo.
- La rutina da estabilidad emocional. Pueden anticipar qué va a pasar y eso les gusta y les tranquiliza, sobre todo en los primeros cursos de Primaria.
- Favorece el aprendizaje significativo.
- Aprendemos de manera cooperativa y social. Por imitación, del adulto y de los iguales.
- Resolución de problemas
No me estoy refiriendo aquí a "
Paco tiene 3 globos y se le pincha uno. ¿Cuántos le quedan?".
Me refiero a la resolución de los conflictos en su vida diaria.
¿Qué es un problema para un niño?
- Cuando está jugando y tiene que repartir. (Que aprovecho para recordaros que repartir, significa DIVIDIR).
- Cuando discute porque tiene que negociar, en un juego, y no se hace lo que él quiere.
- Cuando mamá o papá no le deja pasar la tarde entera en el parque, o ir a jugar a casa de su amiguito, o no le compra el capricho que le apetece o le ha visto a un compañero, o no le apetece leer...
- Cuando se le cuelan en la fila o le quitan algo suyo.
- Cuando se preocupa porque ve a alguien llorar.
- Cuando no puede dormir o parar quieto porque está nervioso y no se controla.
- Cuando piensa que no le quieren o que no es capaz de hacer algo.
- Cuando siente que está defraudando a sus padres o a su profe.
Para resolver los problemas, sean puramente matemáticos o de su vida diaria, hay que verbalizarlos.
Tomar conciencia de qué ha pasado y cómo lo puedo solucionar.
Hay que aprender a frenar y reflexionar. Controlar su impulsividad natural y buscar estrategias de resolución.
Manejar la frustración que supone equivocarnos o no encontrar la salida a la primera.
Eso es algo que podemos y debemos "entrenar" a diario, tanto en casa como en la escuela.
- Líneas, formas y figuras geométricas.
Están por todas partes, a nuestro alrededor.
- En nuestro cuerpo, en los objetos, en el paisaje, en la calle...
- Debemos enseñar a los niños a observar, interpretar y representar la realidad a través de la fotografía y el dibujo.
- Cálculo en la vida diaria
- Repartimos una tarta, unos cromos, unos juguetes.
- Vamos a comprar con papá y mamá. Vemos el valor de las cosas. Cuánto tenemos. Cuánto nos deben devolver. Qué monedas podemos utilizar. Etc.
- Conteo y cálculo mental
- Todos los días contamos o podemos contar.
- Cuántos dedos tenemos, cuántos ojos, cuántos libros hay en nuestra mochila o en la clase.
- Cuántos niños han faltado al cole.
- Cuántos tenemos el pelo largo o los ojos azules.
- Cuántos vasos nos hacen falta a la hora de poner la mesa, o platos o cubiertos o lo que haga falta.
- Cuántas pinturas tengo en el estuche.
- Debemos contar hacia delante y hacia atrás. Como un juego. Como el despegue de un cohete. Rápido, lento. De dos en dos. De cinco en cinco.
- Tamaños y cantidades
- De nuestros cuerpos y de todo lo que nos rodea: muebles, juguetes, comida, bebida...
- Grande, pequeño, mediano.
- Mucho y poco.
- Me falta y me sobra.
- Análisis de la realidad. Búsqueda de información. Síntesis y obtención de conclusiones.
Hay que fomentar la curiosidad natural de los niños.
Yo, este año, desde Lengua, hacía cada día una votación acerca de qué temas quisieran investigar.
Aprovechaba también para profundizar y ampliar en castellano, los temas que veíamos en Natural y Social Science.
Y tú me dirás, ¿eso es matemáticas?
DEFINITIVAMENTE SÍ.
- Pensar. Valorar lo que quiero. Saber respetar el orden y el turno de palabra.
- Aprender a usar Internet para buscar fotografías e información.
- Utilizar el espacio del cuaderno, las líneas, las cartulinas, etc. donde vayamos a escribir.
- Dibujar, copiando o utilizando nuestra imaginación, un animal, una persona, un objeto, un paisaje...
- Aprender sobre las características de un ser vivo.
- Clasificar los tipos de animales o plantas.
- Encontrar similitudes y diferencias.
- Recordar lo que hemos hecho en días anteriores. Lo que ya sabemos y lo que QUEREMOS aprender.
- Leer y resumir un texto.
- Sacar conclusiones.
- Hacer inferencias.
- Reflexionar sobre lo que nos parece bien y mal. Sobre cómo se puede sentir una persona o un animal en determinada situación.
- Aprender sobre cómo viven en otros países, sus fiestas, sus comidas, sus tradiciones...
- Pensar en los distintos ecosistemas. En cómo las plantas y los animales deben adaptarse para sobrevivir.
- En por qué hay tantos insectos. En por qué una ballena o animal marino o salvaje debe estar en libertad.
- Estimar el tamaño de un animal, teniendo como referencia la medida de nuestra regla, de las baldosas del suelo, del tamaño de nuestra clase, de la altura de la profe...
Como veis, las posibilidades son infinitas. Siguiendo a COLL (1987), “
la condición para aprender es querer”.
Espero que os haya gustado y os sirva.
De momento, y dado que esta entrada ya es muy larga, os dejo procesar la información y, en otro momento, os aportaré sugerencias sobre actividades y materiales para profundizar en este tema.
¡Buenas noches pequeños y pequeñas!