Desde que hemos vuelto de Navidad estoy muy ocupada y me falta tiempo para escribir. ¡Pero ideas no me faltan!
Como os dije, quiero dedicar una serie de entradas a la lectoescritura.
La lengua escrita es un recurso y una fuente de información fundamental dentro del aprendizaje. Por eso merece la pena reflexionar muy cuidadosamente sobre cómo enseñamos a los niños/as a adquirir estas destrezas de leer y escribir de manera significativa, es decir, que no "traduzcan sonidos a lo loquito", como digo yo, sin saber realmente lo que dicen, o que el momento de escribir no se limite a copiar sin pensar.
En búsqueda de actividades y recursos que me ayuden a ofrecer a los niños un aprendizaje significativo, es decir, con sentido, he topado con grandes profesionales e ideas.
Para empezar, me gustaría destacar, como siempre digo, que no todos los peques están preparados para esta tarea en el mismo momento. Muchas veces, sin darnos cuenta, les forzamos y empezamos la casa por el tejado.
De la misma manera que no se nos ocurriría pedir a un bebé que corra cuando ni siquiera es capaz de tenerse en pie, no podemos (o debemos) obligar al niño a leer y escribir cuando no tiene asentados una serie de "pre-requisitos":
- Interés y motivación: Por saber qué dice un texto o una palabra: un cartel, una nota, un libro... En el caso de la escritura, el interés sería comunicativo: querer escribir su nombre, una palabra, un texto...
- Buen lenguaje oral: pronunciación, vocabulario, estructuras... ¿Por qué? Porque sino no entenderá textos ni diferenciará fonemas.
- Conceptos espaciales básicos: arriba-abajo, delante-detrás...
- Motricidad fina desarrollada: Para controlar la fuerza y los trazos. En mi día a día constantemente me encuentro con "b"s que parecen "l"s, "a"s que parecen "e"s u "o"s... A veces es falta de atención, pero en muchos casos, realmente les cuesta muchísimo trazar las letras correctamente.
- Coger el lápiz correctamente: esto influye mucho sobre el trazo. Si no colocan correctamente los dedos y hacen demasiada fuerza, la mano está tan rígida que no puede girar, subir, bajar, enlazar de forma fluida. Algunos niños/as cogen vicios que son difíciles de quitar si no estamos atentos, pero todo se puede trabajar y mejorar.
- Madurez visual, perceptiva y de lateralidad. ¿Para qué? Para discriminar la forma de las letras, las simetrías y poder seguir las convenciones de la lectura y escritura (por qué lado se empieza a trazar la letra o el número, por dónde se empieza a leer...)
- Atención sostenida: Todos los días lo veo en clase: saben qué tienen que escribir y empiezan bien pero en mitad de la palabra se despistan y "se comen" letras o se les olvida qué estaban escribiendo.
La buena noticia es que podemos ayudar a nuestros chicos/as, a "despertar" o desarrollar estas destrezas y actitudes básicas.
¿Cómo?
Lo más importante, bajo mi punto de vista, es el juego.
Podemos encontrar o inventar infinidad de actividades. Son estas mismas las que voy a ir compartiendo en las siguientes entradas. Las que realizamos en clase y otras que vaya descubriendo y me parezcan apropiadas.
Un abrazo y ¡feliz fin de semana!