Los hay que esperan las campanadas con ilusión, otros pensando que es una noche cualquiera, incluso, los hay que esta noche no podrán celebrarlo.
Por todos los que quiero y he querido, por todo lo que me habéis regalado en este 2012.
Sólo deseo poder seguir aprendiendo y disfrutar, como me enseñó alguien muy especial, de las pequeñas cosas que hacen de un día cualquiera, un día feliz.
A mí este año, como digo, me ha traído muchos regalos.
A veces detalles pequeñitos.
Otras veces incluso cosas grandes y tristes que me han hecho crecer.
No guardéis rencor a pesar del sufrimiento.
Tengo el firme convencimiento de que hay un motivo para las cosas que nos ocurren.
Sed agradecidos y aprender a valorar cada sonrisa y gesto pequeño de aquellos que queréis.
Pensando también días atrás... Reflexionaba sobre si soy o no una buena maestra.
¿Qué tengo o puedo tener de valor que enseñar?
Quizá, muy probablemente, no tenga grandes conocimientos científicos, ni lingüísticos.
Seguramente no sepa mucho de didáctica ni de innovación pedagógica.
¿Qué puedo ofrecer yo a todos esos niños que me miran cada día?
Quisiera creer que puedo transmitirles algo de valor.
Algo que sea útil en sus vidas.
Quisiera poder comprobar cuando pasen los años que los pequeños de hoy traerán luz al mañana.
Que serán buenas personas. CURIOSAS, OBSERVADORAS.
Que sepan valorar el cariño de los demás y ESFORZARSE por crear un mundo mejor.
Que sean capaces de VER y SENTIR cuando alguien necesita ayuda.
Que COMPARTAN lo que tienen, aunque sea una sonrisa.
Que SUEÑEN y PERDONEN los errores de los demás.
Espero que siempre recuerden el olor a chuches de esa clase que compartimos esos días, ese curso.
¿Qué puedo yo enseñar de valor?
Probablemente nada. Salvo amor.
Deseo que en este 2013 que entra, no nos falte humildad, respeto, paciencia, risas, complicidad y comprensión.
Todo aquello que me enamora y me gana.
Bien sabéis quiénes me habéis dado un poquito de eso.
No dejéis que la rabia os quite la oportunidad de ser felices.
La felicidad es efímera y cuando quieres disfrutarla, ya se ha ido.
Por eso, no hay que desperdiciar el tiempo quejándose, sino siendo generosos y luchadores.
Feliz noche y feliz año nuevo.