Las pequeñas cosas. Las pequeñas cosas.
Esa mirada dulce. La sonrisa tímida.
Esa vocecita que aparece de la nada.
Aquel comentario que no esperas.
Ser testigo a sus ojos, de aquel descubrimiento.
La magia de lo que ayer parecía imposible.
Estar guapa a sus ojos todos los días,
aunque te sientas desteñida o fluorescente
El abrazo que da más calorcito y paz del día
Ir andando y sentir, de repente,
esa manita, agarrada a la tuya.
Es la luz en un día gris y frío como hoy.
Todo lo que te pueda hacer reír, llorar y enfadar.
Todos los secretos que puedas llegar a compartir.
Las pequeñas cosas. Las pequeñas cosas.
Esa mirada dulce. La sonrisa tímida.
Esa vocecita que aparece de la nada.
Aquel comentario que no esperas.
Ser testigo a sus ojos, de aquel descubrimiento.
La magia de lo que ayer parecía imposible.
Estar guapa a sus ojos todos los días,
aunque te sientas desteñida o fluorescente
El abrazo que da más calorcito y paz del día
Ir andando y sentir, de repente,
esa manita, agarrada a la tuya.
Es la luz en un día gris y frío como hoy.
Todo lo que te pueda hacer reír, llorar y enfadar.
Todos los secretos que puedas llegar a compartir.
Las pequeñas cosas. Las pequeñas cosas.
Este blog nace de la ilusión por compartir ideas y emociones.
Poquito a poco, iré compartiendo reflexiones sobre la infancia.
Como digo en el título, en la observación y el silencio, voy aprendiendo acerca de cómo son los niños y sobre lo que, bajo mi punto de vista, necesitan.
Lo primero y fundamental, es bajar a su altura: física y emocionalmente.
Hay que agacharse y estar receptivo. A lo que nos quieran contar. Muchas veces, una caricia, una sonrisa, cogerles la manita, es suficiente para que empiecen a abrirse y a invitarnos a su mundo mágico y algo "loco" para nosotros, los adultos.
Los niños/as tienen la edad que tienen. Desde aquí, yo pediría tanto a papás, como a compañeros, que no los hicieran ni más bebés ni más mayores de lo que realmente son.
Disfrutemos juntos de ese viaje tan bonito y a veces un poco "complicadillo" hacia el aprendizaje y el desarrollo.
Espero que me acompañéis...
¡Bienvenidos sean los comentarios!
Como digo en el título, en la observación y el silencio, voy aprendiendo acerca de cómo son los niños y sobre lo que, bajo mi punto de vista, necesitan.
Lo primero y fundamental, es bajar a su altura: física y emocionalmente.
Hay que agacharse y estar receptivo. A lo que nos quieran contar. Muchas veces, una caricia, una sonrisa, cogerles la manita, es suficiente para que empiecen a abrirse y a invitarnos a su mundo mágico y algo "loco" para nosotros, los adultos.
Los niños/as tienen la edad que tienen. Desde aquí, yo pediría tanto a papás, como a compañeros, que no los hicieran ni más bebés ni más mayores de lo que realmente son.
Disfrutemos juntos de ese viaje tan bonito y a veces un poco "complicadillo" hacia el aprendizaje y el desarrollo.
Espero que me acompañéis...
¡Bienvenidos sean los comentarios!