miércoles, 1 de julio de 2015

Final de curso 2014-2015

Queridos lectores, padres, madres, niños, compañeros de profesión y de cole.

Los que me conocéis o los que me seguís, sabéis lo reflexiva que soy y cuánto bien me hace escribir este blog y compartir mis pensamientos y experiencias.

Este 2015 está siendo un año precioso del que ya hemos pasado el Ecuador.

Llegamos a un final de curso cargadito de aprendizaje y emoción. Como siempre se da en mí.

Quiero empezar agradeciendo, lo bueno, lo malo. Todo.
Todo lo que me hace crecer y ser mejor persona. Mejor maestra.

Por fin llegué a mis 30, con la sonrisa pintada y el convencimiento de que lo mejor está por llegar.
Hay que soñar a lo grande y luchar por lo que uno quiere.
En este caso, personalizando, por lo que YO QUIERO.

Y es posible (más que probable) que no siempre guste a todos.

El complacer y agradar es algo que nos reporta beneficios. Nos hace sentir bien.
Pero también genera sentimientos encontrados. Una "pelea interior". Una reflexión constante acerca de si merece la pena anteponer el bienestar de los demás al propio.

Llevo años preguntándome a mí misma dónde está el límite entre lo que yo quiero, lo que estoy dispuesta a permitir y lo que quieren y necesitan los demás.

Finalmente, acabo con la firme determinación que uno tiene que ser fiel a sí mismo. Sin hacer daño a los demás, o, al menos, de forma intencionada.

Apuesto, como llevo diciendo unos días, por una vida que me llena y me hace sentir en paz.
Por una profesión y un centro educativo que siento, desde lo más profundo, que merece la pena.

¡Tengo muchas ganas de pelear por esto y hacer este sueño realidad!

Y así lo estoy viendo cumplido. Poco a poco. Con mucho trabajo y entrega.

Soy una persona inconformista y exigente.
Que no se ha dado por satisfecha en ningún aspecto de su vida hasta la fecha.

Siempre busco superarme y hacer con mi vida algo que merezca la pena.
Llevo muchos años con este ideal claro y eso me ha hecho apartarme de gente que quería, en lo personal y lo profesional.

Eso, queridos, a veces implica dolor. Claro que sí.
Pero también he aprendido que la tristeza y el enfado son emociones que hay que vivir, expresar y superar.

Soy luchadora y trabajadora. Porque así me lo han inculcado.

Tengo una abuela y una madre que también fueron maestras en la escuela Pública.
Eso me hace defender, con mucha fuerza, este sistema que, aunque falto de fe y recursos, se merece nuestra entrega y pasión.

Y lo más importante: siempre intento hacer la vida más bonita a las personas que considero que lo merecen.

He pasado muchos años peleándome conmigo misma. Intentando encajar con lugares y personas que no iban conmigo. Y lo que he aprendido es que, si se tiene paciencia y tesón, todo llega.

Todos mis errores y mis decisiones, me han llevado donde estoy ahora. ¡¡Y estoy orgullosa de lo que he conseguido!!

Amores míos, ¡pensad en todos vuestros pasos! Cuanto sintáis miedo o dudas. Cuando tengáis la tentación de abandonar y perder la fe en vosotros mismos o vuestro camino... Mirad hacia atrás y daos cuenta...

De todo lo pasado. De todo lo invertido. De todo el esfuerzo y la valentía.
El tiempo. El dinero. El sufrimiento y la ilusión.

¡Hay que estar convencida y fuerte! Sed fuertes en vuestras decisiones.

Si no os gusta vuestra vida, ¡soñad a lo grande! ¡Y poned vuestra energía en conseguirlo!

Que lo fácil, muchas veces, ¡¡no es lo mejor!!
Y, si me preguntan, diría que casi nunca lo es.
En mi caso, desde luego, no lo ha sido.

Pero también os digo: que hay que mantener la esperanza. Agradeced los detalles más pequeños. Las sonrisas sinceras y los gestos de cariño.

Hacedle saber a la gente que queréis, que os importa y los valoráis.
Que estáis dispuestos a darlo todo por ellos y, con su ayuda, hacer de este mundo algo más bonito.

Personalmente, tengo que confesar con una sonrisa plena, que en el último mes, y cada día más, abro los ojos por la mañana, sintiéndome afortunada y feliz. Agradecida a la vida por tantas cosas bonitas y por cada aprendizaje. Porque eso me hace ser quien soy y me ha traído todo lo que tengo.

Y eso, es lo único que importa.

Aprovecho para compartir un blog que he descubierto hoy mismo.
De estas maravillosas casualidades...

Es el blog de un maestro que conocí en unas conferencias del British Council hace unos meses.
Darme cuenta de su valía, simplemente, me hace sentir GENIAL.

Estoy hablando de Álvaro Cruz, y su blog es A class behind the glass.

Os invito a visitarlo porque merece muchísimo la pena dedicarle un ratito.

En los próximos días, seguiré actualizando el blog con temas pendientes y entradas que tengo muchas ganas de escribir y compartir.

¡Disfrutad del verano!

4 comentarios:

  1. Una interesante, emotiva y sincera entrada. Mi enhorabuena.
    por cierto...seguire tu consejo y visitare el blog q propones.
    Me alegra haber leido al completo tu entrada.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Ana.
      Como bien dices, una entrada larga, pero emotiva y sincera.
      Gracias por tener la paciencia y las ganas de leerlo.
      Un abrazo.

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  2. Muchas gracias por todo¡ Nos ha encantado todo lo que les has enseñado a los niños, tus ganas de trabajar, la manera de dar las clases.
    Creemos que contigo los niños han aprendido muchísimo no sólo en inglés, sino en la forma de ver las cosas, explicándoselo todo también, tratándolos como personitas adultas, siendo estricta cuando toca etc etc.
    Desde nuestra experiencia de padres, te damos la enhorabuena porque eres una gran maestra.
    Feliz Verano¡¡¡
    Familia Padilla

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    Respuestas
    1. Qué ilusión tan grande vuestro mensaje Pilar.
      Muchas gracias.
      Yo he disfrutado y aprendido muchísimo.
      Tengo muchas muchas ganas de verlos crecer y recoger lo sembrado.
      Disfrutad mucho en familia y nos vemos a la vuelta.
      Ya veréis qué cosas tan chulas se me ocurren, ¡seguro!

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